Últimamente esta lloviendo mucho en San Miguel de Tucumán, y
esta vez parece que la lluvia jugo el papel de una especie de heroína para una
de nuestras gatas llamada “Negrita”.
Ya había caído la noche cuando entre lluvia y truenos la
casa de pronto quedo a oscuras. Le tengo fobia a la oscuridad como ya dije, así
que armada con mi celular fui a buscar a mi madre para no estar “Alone In The
Dark”.
El ruido de la lluvia era insistente, pero no nos detuvo
para pasa el rato charlando alumbradas por la única luz de emergencia que nos
quedo. De repente la lluvia se suavizo, y sentí que algo pasaba en el cuarto de mi hermana… obviamente
eran los animales (tengo fobia a la oscuridad pero todavía no estoy tan
paranoica como para pensar que era cualquier otra cosa). Hay algo que todavía
no dije, y es que estamos cuidando una gata a la que le falta parte de la cara
(aparentemente victima de un petardo) y nos preocupamos cuando creímos que los
perros la estaban asustando.
Con la siempre útil y confiable luz de la pantalla del
celular, trate de ubicar a la gata lastimada, y empezamos a sentir maullidos
cortos que se emitían con tanta precisión en el ritmo que parecía producto de
un juguete. Mi hermana tiene un horrible gato de juguete, pero no podía ser el,
y la gata que buscaba casi no emitía un sonido como maullido… significaba que se
trataba de otro de nuestros gatos.
No salía de mi asombro cuando al iluminar atinadamente con
la luz de mi celular, logre ver que “Negrita” tenía atorada la cabeza en una
estrecha lata de comida para cachorro. Estaba tan desesperada por sacarla que
la hubiera lastimado si no fuera porque mi madre me recordó sacarla con
cuidado. Finalmente la libre, y sentí alivio de rescatarla de una situación tan
peligrosa.
Sin embargo, después de reflexionar un momento, me di cuenta
que yo no salve a la gata, si no que fue la lluvia. De no haber sido porque la
tormenta corto la luz, jamás hubiéramos estado en el momento exacto para darnos
cuenta que se estaba asfixiando… lamentablemente yo hubiera estado en la
computadora, mi madre con lo suyo, y la pobre gata quizás hubiera muerto.
Esto termino bien y
desde ahora tendremos mucho cuidado, pero no puedo evitar pensar… que frágil es
la vida ¿no es así?.
Bueno, no hay mal que por bien no venga, es una advertencia para el futuro, de los errores se aprenden ^^
ResponderEliminarMe alegro que tu gatita esté bien y se haya podido salvar. La verdad es que las cosas y los acontecimientos se dan por algo, a veces terminan bien y otras mal, y esto fue para bien porque la lluvia permitió que escucharas a la gatita. :). Ahora cada vez que uno esté por ocuparse en algo será mejor dejar los animales en lugares seguros y cerca de uno, yo también haré eso, es mejor prevenir. :)
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