¡Hola! Antes de empezar, quisiera advertirles que lo
siguiente que van a leer es otra historia irrelevante de mi vida. Así que si no
les interesa escucharla solicito que se retiren ahora, y mejor lean una de mis
opiniones o recomendaciones…. O cualquiera de las demás secciones de su
preferencia.
¿Ya quedamos solo los interesados?... Muy bien ¡Que comience
el relato de la experiencia! (es realmente larga)
Hace casi una semana que mi hermano nos acercó la invitación
para asistir a la fiesta de las bodas de oro (50 años de casados) de la madre
de la que en mi infancia era mi niñera. Por supuesto que como la verdad conociendo
lo que en general en este otros lugares
entienden como fiesta, me imaginaba que pondrían la música insoportablemente
alta, acompañada de cumbia y demás géneros con letra y temática misógina a la
par de repetitiva, y cuyos ritmos ni siquiera aportan algo a la humanidad… pero
a pesar de esto tenia curiosidad por volver a ver a mi niñera después de tanto
tiempo (no la veía desde aquella visita que le hice luego de varios años de no
verla, el día que tuvo a su primera hija).
Mi madre ya tenia desde hace como dos días un precioso juego
para tomar mate que sería el regalo de los agasajados. En la noche del día
previo a la fiesta, mi madre compró unas asas para que mi padre las acoplara al
recipiente que contenía todos los elementos. Mi padre se enojó porque le había
aconsejado a mi madre comprar bronce, y se molestó muchísimo con el vendedor,
porque le había vendido algo ordinario, y antiestético, que desentonaba con el
fino obsequio de mi madre. Finalmente se decidió que mejor era dejarlo como
estaba.
Al día siguiente, levantándome a las 8:23 AM, me visto para ir
a la terminal del colectivo que viaja al departamento de Leales, siendo yo la
primera en estar lista. Mientras esperaba que mi madre terminara de arreglarse,
mi abuela llama a mi madre, y le explica que ella ya está en la estación, y que
mi hermano no lo había acompañado. Rápidamente mi mamá llama a mi hermano, pero
este no contestó hasta que yo lo llamé. Su voz al teléfono parecía la de
alguien que está en cama adormilado o enfermo, y justo cuando mi madre me
estaba diciendo que no vaya a ser que le dijera que no iría, mi hermano me
contestaba lo mismo que ella no quería oír. Enojada, se pone a retarlo a mi
hermano, que después de haber alegado que no se sentía bien, finalmente (según mi madre) le confeso que en realidad
no tenia ganas de ir (probable señal de una noche en vela causada por juegos e Internet).
Dejando a mi hermano al margen, abordamos un taxi, en el que
mi hermana revelo tampoco estar de muy buenas para ir, ya que hay ciertas desavenencias
entre mi abuela y mi hermana, ya que mientras una considera a los animales
dignos de cuidado, protección y afecto, la otra los tienen en un nivel bastante
inferior al de los humanos, al punto de parecerle una perdida de tiempo
ayudarlos. A pesar de que yo mostré mi adherencia a su forma de pensar, no pude
convencer a mi hermana de que la abuela no es una jovencita a la que a esta
altura de su vida puedas hacer cambiar de opinión, por lo que manifestó en el
mismo vehiculo sus intenciones de irse o aislarse de la fiesta si comenzaban a
hablar mal de los animales.
De esta manera llegamos a la estación, y aprovechamos que mi
hermana nos dejo a mi madre y a mí a solas con la abuela para explicarle con
mucha delicadeza el planteamiento que hizo la primera. No respondió claramente,
pero dijo que no había que preocuparse porque dijeran algo sobre los animales,
ya que donde íbamos era toda gente de campo que se crió entre ellos. Con todas
las cosas ordenadas, subimos al ómnibus en el que por primera vez haría un
viaje al departamento de Leales.
Al bajar, nos encontramos con un problema. Mi abuela se había
pasado de propiedad, y para colmo unas nuevas contracciones en la tierra de un
vecino la desorientaron, lo que hizo que por un momento la idea de permanecer
perdidas en la neblina y solas en la ruta, a merced de cualquier evento
desafortunado, se cruzara por la mente de todos los que atravesábamos esa
situación. Después de que por errores de
conexión mi teléfono no fuera idóneo para llamar a la familia festejada sino el
de mi abuela, retrocedimos unos cientos de metros, hasta donde mi abuela
recordaba haber distinguido unos globos. Yo esperé a mi madre, y el retraso
ocasiono que sin darnos cuentas, mi madre y mi abuela estuvieran muy por
delante de nosotras. Pronto pudimos ver que un auto rojo se detenía cerca de
ella, lo que nos hizo apresurarnos para saber de que se trataba. Por suerte
no era nada malo, aunque hasta mi
hermana se asustó… era un ahijado de mi abuela, quien ofreció acercarnos a
donde nos dirigíamos.
Ya en el portón de la propiedad, unos jovencitos nos
recibieron, y para mi sorpresa, mi madre se puso muy contenta al reconocer que
ella había cargado a uno de ellos de bebé; también se sorprendió, ya que el
chico dijo tener 14 años. Una vez adentro, saludamos a todos los familiares y
amigos de la pareja celebrada, y de mas está decir que por supuesto, también a mi
antigua niñera y a su hija, a la que encontré de cinco años. Casi me da un
infarto ver como el crecimiento de esa creatura pone en evidencia que ya pasó todo
un lustro.
Mi abuela quería enseñarnos la finca en la que vivió muchos
años junto a su esposo, así que dimos aviso de nuestro paseo por los
alrededores. En el trayecto mi abuela nos contó que aquel chico de 14 años tiene
un quiste en el cerebro, motivo por el cual no puede leer… al estar capsulado y
quieto, no es recomendable tocar nada nos dijo. Luego de unas cuantas
desorientaciones causadas por el nuevo paisaje, estábamos en el lugar del
recuerdo.
Al poco tiempo de caminar aparecieron unas ramificaciones similares
a un pequeño árbol, y del que se extendían ramas con tentadores y curioso
frutos, teñidos de un llamativo amarillo. Me parecieron tan lindos que no tardé
en señalarlos cuando mi madre y mi hermana me alcanzaron, pero después de
consultarlo con la abuela, descubrimos que el Pocote (como ya me había dicho mi
madre que se llamaba) era venenoso, pero la verdad no encontré mucha información
de esta planta… en Internet no aparece como la recuerdo. En la finca había
caballos, cerdos enormes, y mi abuela nos iba contando los detalles de su vida
allí. Cuando decidimos regresar, yo lo hacia pateando una semilla de confiera
para hacer mas e entretenida la larga distancia hasta la entrada; y tanto me
entretuve, que casi me voy a la ruta, en vez de tomar el desvío adecuado.
En la propiedad de los padres de mi niñera la fiesta estaba
dando indicios de comenzar. Mucha gente entró con nosotros, ya sonaba la música,
estaban dando los toques finales a las mesas, y por suerte el clima que hasta
ese entonces era frío y nublado no amedrentaba los ánimos. Pero la amedrentada
era yo, que me tuve que ir al otro extremo del lugar debido a la insistencia
que tiene la gente de poner música misógina (la letra era cantada por un hombre
que de forma burda pedía a una mujer sacarse la ropa) si no también a hacerla
sonar ridículamente fuerte. Con los oídos tapados por mis manos llegué a la que
se convirtió en nuestra mesa durante toda la reunión. A cada rato mi ex niñera
(ella y su hija se sentaron conmigo) y mi abuela nos presentaban gente, por lo
que era un constante pararse, besar y sentarse. Por su parte, la comida se hizo
esperar, pero cuando llegó terminé comiendo 6 u 8 empanadas, 15 trocitos de
cerdo, 6 o 7 albóndigas de carne, y 2 sándwiches de ternera y queso.
Por la mesa desfilaron varios temas, algunos de los cuales
me llevaron a discrepar con mi abuela, pero los que se destacan son mi
desaprobación a las riñas de gallos (que llegó al extremo cuando me contaron
que después de toda una vida de pelea, al gallo lo cocinan) ya también cosas
religiosas, pero quiero hacer especial mención a cuestiones de genero, de las
cuales despache mi opinión sin reparo a pesar de que dos adolescentes llegaron
a compartir nuestra mesa… yo también tuve que escuchar cada cosa de las
mujeres, así que dudo que les haga daño escuchar criticas a sus congéneres.
Mi hermana desde el principio se preocupaba por la hora, ya
que tenía que pasar a recoger los restos de un cachorro que falleció después de
haber intentado hacer todo lo posible, así que no esperó la torta, se despidió
de los agasajados, y se fue acompañada por mi madre a tomar una unidad que
pasaba a las 15:30. La abuela y yo continuábamos en la fiesta, fuimos a ver los
gallos de riña (todos enjaulados porque si no se peleaban) y cuando mamá regresó,
nos amontonamos para ver las fotos familiares que formaban el numero 50, y gran
sorpresa me llevé cuando me percaté que hasta los niños tenían curiosidad por
ellas.
La pareja bailo vals y partieron torta, cosa que me puso a
pensar lo lindo que sería casarme con alguien y llegar hasta las bodas de oro.
Lastima que todo el encanto se perdió para mi cuando volvieron a elevar el
volumen, y tuve que ponerme a comer la torta con una sola mano. En todo esto se
acercaba la hora del ultimo ómnibus antes de que se oscurezca, así que nos
despedimos de todos (mi madre decia que iba a traumar al grupo que vino por irme con las manos en las orejas), recogimos el subvenir que era dulce de naranja con una
etiqueta hecha para la ocasión (“Bodas de oro Chona y Queco), y nos fuimos,
pero no sin antes pedirle el numero de teléfono a mi niñera, ya que me interesa
mantener contacto con ella por los buenos recuerdos que guardo de ella.
En la parada nos entretuvimos hablando con gente que también
esperaba el mismo ómnibus, pero creo que solo yo continúe charlando. Mi compañera
de platica era una mujer que también amaba los animales, y me contó un montón
de anécdotas, entre las cuales destacaban la de porqué no le parecía buena idea
tener gatos, hasta la de cómo un dogo la mata asfixiándola a los 12 años.
En la terminal me despedí de aquella persona tan agradable,
y a pesar de que a toda la lista de alimentos que ingerí falto sumarle la torta
de hojaldre, cuando sentí el delicioso aroma de la panadería donde mi madre
compró un kilo de pan, no pude resistirme a pedirle que me comprara un alfajor
de maicena para probarlo.
Después de dejar a mi abuela en su casa, terminamos en la
nuestra, y justo cuando parecía que allí terminaría mi día, mi hermana me
pregunta si no me gustaría ir a una convención de anime a la que ella estaba
por ir (no es que a ella le guste el anime, pero se quedo encantada con unas
reuniones ambientadas en la época medieval, y creyó que esto seria algo por el
estilo).
Yo acepté porque sentía curiosidad, y quería aprovechar que
continuaba vestida como para salir. Gracias a un mal entendido la amiga de mi
hermana que nos acompañaría creyó que era otra persona, y estaba a punto de
abandonarnos. Por suerte se arregló fácilmente, y subimos a un taxi para ir a
la sociedad francesa donde se celebraba el “Epicart”.
Al principio me pareció un poco decepcionarte, ya que si
bien no me esperaba la gran cosa de convenciones anime en Tucumán, todo parecía
muy triste y gris afuera; sin embargo al entrar todo empezó a tomar color. Había
competencias de TCG de Pokemon, Yugioh entre otros, personas que exhibían sus
dibujos estilo anime (con eso no duré mucho ya que a las dos hojas apareció una
mujer desnuda enseñando los pechos, e inmediatamente cerré la carpeta).
Viendo que cosas había, me encontré con chocolates y cosas
ricas cerca de lo que parecía ser la cocina del establecimiento. Compré un
chocolate en forma de corazón montado sobre un palillo muy largo y fino, y a
los minutos regresé para felicitar a los chicos que lo había preparado, porque salió
muy rico. Luego me enteré que ese chico tenía por apodo “Hikaru” en honor a
Hikaru Hitachin, y que era amigo personal de la amiga de mi hermana. Nos
sacamos fotos en grupo, curioseamos la mercancía de los puestos (había un montón
de cosas que quería comprar pero no me alcanzaba el dinero para ninguna) y
finalmente terminé comprándome dos pines de Twi Light Sparkle y Rainbow Dash.
A cada paso descubría cosas geniales. En un momento pensé en
inscribirme en un concurso de preguntas sobre anime, y unas chicas con
cosplays (Hatsune miku una) me dijo mas
o menos de que series preguntaban, pero yo igual no me sentía con confianza. Para
cuando ingresé al salón el concurso había empezado, y yo en mi interior solo acerté
a una pregunta. A pesar de que básicamente preguntaba cosas de Naruto, Bleach,
Mirai Nikki, me sorprendió lo poco que sabia por no continuar leyendo o viendo
dichos mangas y animes. Eso no me detuvo, y continúe explorando. Regresé al
lugar donde compré los pines, y noté que también vendían manga… pregunto por
algo del genero shonen o shoujo, y me quiso lanzar hasta yaoi xD. En un momento
aparecen unos chicos de entre 12 y 14 años preguntando por algo echii, y
sorprendida por la petición de los jóvenes, me atrevo a remarcarlo con humor, a
lo que uno riéndose señala al otro, diciendo que al parecer no leí su pin, en
el que ponía “Yuri Lover” yo no podía evitar reírme ante tal revelación (algo
parecido con otro pin que leí que decía “Uke”). Después de todo esto conseguí
la dirección de la tienda donde podré comprar mas manga, ya que era la última
noche de Epicart.
Al final de la noche, llegó uno de los concursos más
interesantes del evento, que era el concurso de cospalys. Debo admitir de qué
me sorprendieron para bien con los cosplays, ya que muchos gozaban de mucha
calidad y dedicación. Yo quería ver la actuación de todos pero mi metro
cincuenta me lo impidió, así que a pesar de la insistencia de mi hermana para
que me subiera a una silla, me distraje de mi mala suerte prestándole mas
atención a cosas que antes ví, o de las que no me había dado cuenta, como las
peleas con una especie de espadas y escudos en donde realmente se pegan fuerte
xD (una chica me sorprendió por lo bien que luchaba; desarmo dos veces seguidas
a su oponente masculino… pero no comparto la saña con la que lo derrotaba) y
las consolas.
Ya que hablo de consolas, cuando terminó el concurso del
cosplay (del que pude presenciar el tramo final, y por suerte disfrutar al menos la musica japonesa que pasaban) empezó otro, en el que con los
números que te daban con la entrada podías ganar una play (¿pueden creer que se
la perdieron dos personas por no presentarse?) y un desubicado se subió y corrió arriba de los tablones, que bien frágiles se veían,
y casi ocasione heridos con su actitud salvaje.
La verdad que a pesar de que detesto estar con mi hermana,
salir un poco de vez en cuando puede resultar divertido, y mas si estas con
gente que gusta de lo mismo que tú.
Por cierto... los quince pesos que me gasté entre los pines y el chocolate pesaraán en mi consiencia, porque yo no suelo gastar tanto dinero de mi madre en en esas cosas... y para colmo, como no me va tan bien en la facultad sé que no lo merezco.
Por cierto... los quince pesos que me gasté entre los pines y el chocolate pesaraán en mi consiencia, porque yo no suelo gastar tanto dinero de mi madre en en esas cosas... y para colmo, como no me va tan bien en la facultad sé que no lo merezco.
un poco extensa xD pero me gustó leerla :3 ... yo nunca he ido a una boda, pero de las que pasan en la tv son muy bonitas :3 ... una odisea la que pasate xD Kaede-chi... aqui en méxico no hay muchas y las que hay no me llaman mucho la atencion que digamos D: ... lo normalito :C pero bueno, me hizo mucha gracia tu travesía por la convención XDD... "Yuri Lover" y "Uke" xDDDDDDDDDDDDDDDDDDD era un chico el que portaba el de uke?? XD dios como me rio... recuerdo que habia un chico en mi prepa que me daba pena verlo... pues se ponia unas playeras de esas personalizadas pero ecchi, casi hentaiosas XD y pues si me daba un poco de cosa verlo... referente al concurso de preguntas... igual puedes dejar de ver las series pero spoilearte de algunas partes... XD todo lo que se de naruto es casi a base de spoilers pork lo deje de ver haaaaceee mucho :3 ... en fin, ah sido divertido leerte ^^ nos vemos
ResponderEliminar@Leslie Mishigan Nop xD. Vi entre los pins que vendian uno que decia uke, y le p re gunté al vendedor quien tuvo la perversa y genial idea de hacer un pin así... y me señaló a una chica que tambien atendia con el xD.
ResponderEliminar¡Gracias por hacer el comentario 393! n_n.
ajajaja a perdon xD ... osea, nada mas lei uke y se me va la cabeza por otro lado XDD dios, soy una malpensada XDDD, en fin... tenia una amiga que por esas raras circunstancias nos aclarabamos con "especifica" xDD :OO y oh! ya llevas un buen de comens XD... :3 nos leemos lueguito ^^
ResponderEliminarFue toda una odisea la que viviste jejeje . Lo bueno es que lo hayas pasado lindo, tanto en la boda cómo en el epic. Te comprendo en lo que respecta a la música en las fiestas. Yo no soy de ir a fiestas por ese motivo, la música que ponen no la soporto xD. Que bueno q pudiste ir al épic!, yo todavía no puedo ir, y según dicen cada día se pone mejor y eso me alegra, lo que significa que hay más interés por el anime en Tucuman y le están poniendo ganas y compromiso para lograr que el evento mejore y sea atrayente :-). Y no te mortifiques por los 15$ que gastaste, mirale el lado positivo: no es mucha plata y compraste cosas que te gustaron, no es malo darse de vez en cuando un pequeño gusto xD.
ResponderEliminarBueno, ahora si me pude leer la historia completa XD
ResponderEliminarSí tuviste un día agotador de aquí para allá, pero que, aunque con algún que otro altibajo, la pasaste realmente bien ^^
Y por lo del dinero, no está mal darse un capricho de vez en cuando (aunque no con el dinero de otra eprsona) XD
Pero míralo por el lado bueno, te lo gastaste en algo bueno y no en algo malo, como puede ser alcohol o tabaco, ni le quitaste el dinero de su cartera, no como hacen muchos y muchas adolescentes :(